Hace unos días estaba yo viendo la televisión cuando anuncian que desapareció un vecino de mi barrio llamado Míster O la última vez que lo vieron estaba en la casa abandonada de mi calle y dijeron que no volvió a salir y ahora la policía está buscando dentro de la casa.
Míster O tenía 47 años y los policías piensan que lo han raptado, pero yo se que esa casa tiene mala fama. Todas las personas que entraban en ella nunca salían jamás, siempre pasaba lo mismo; o se quemaba la casa o se inundaba, o lo que sea pero nadie salía; y siempre un mes después la volvían a construir y alguien la compraba. Pero hoy yo el inspector David y mi ayudante Felicio vamos ha entrar para ver que pasa ahí dentro, yo voy ha investigar y Felicio va ha llevar la cámara, Felicio vendrá dentro de 5 minutos.
! Toc, toc, toc!- se escucha pegar a la puerta.
-Soy yo profesor, Felicio.
-!Ya voy!
-Vámonos – dijo el inspector David.
-Guuuuuuiii-Se escuchaba la puerta abrirse, porque es muy vieja.
-El profesor David y Felicio entraron a la casa, y para su sorpresa la casa es normal.
-Profesor esto es normal ¿Qué está pasando?
-Es una trampa !Corre!
-Profesor !Ayuda!
-Oh no la casa se está llevando a Felicio.
- !Profesor, ayúdame!
-!Voy ha ayudarte!
-!Cogemé la mano que si no te caerás!
-Y entonces Felicio le cogió la mano al profesor y no le pasó nada excepto que se fracturó la mano.
La cámara lo grabó todo y sobre todo una cosa muy rara que había como un especie de hilo de pescar sujetando un trozo de suelo para que cuando alguien pasara se cayera. La policía fué ha investigar y lo descubrieron era el constructor que lo hacía todo para que las personas que la compraran murieran y el ganara más dinero. Al final el constructor acabó en la cárcel y el dinero se lo llevaron a un centro de acogida, y al inspector y a Felicio les regalaron un viaje a París durante una semana con todos los gastos pagados.
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